La alarma saltó en Twitter. Apenas había empezado el desfile de Duyos en Cibeles y ya se veían los primeros mensajes. A medida que iban pasando los minutos, las palabras de admiración y maravilla se repetían:
Tierra, mar y aire plasmados en colores, texturas, patrones y telas y, sobre todo, en movimientos. Adiós al carrusel, a la ida y a la vuelta. Que vuelvan la pasión, el genio, el arte. Y las castañuelas, claro.
Gris como las cenizas del volcán, antracita del océano cuando es profundo, el rojo de la lava y el fuego. El viento haciendo volar el bajo de tu falda. El ocre de la arena, plumas, seda, raso y ante. El cielo estrellado de verano. Las palabras no nos salen cuando queremos hablar de esta colección, sólo podemos encadenar adjetivos.
Y ellas, claro.
Duyos, nos hemos enamorado.
No hay nada que no se haya dicho que podamos añadir, aparte de compartir la opinión de Mario Ximénez:
Written by: Click & Spotted
Music for today’s post: Björk y castañuelas.
Fotos: © Pablo Latorre/Estrop para Vogue.es e inCOVER Magazine (Instagram).
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